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Francisco Velasco. Abogado e historiador

MÁS DE UN GUANTÁNAMO, MÁS

 Una información en el diario "El País" puso en la picota al ex presidente Aznar, en base a la filtración de un documento secreto sobre vuelos ilegales a Guantánamo que luego el Ejecutivo socialista no encontró en sus archivos. Posteriormente, negó esa información y al cabo, los vuelos denunciados como ilegales salpicaron al PSOE por su colaboración con EE UU en la lucha antiterrorista. Parece ser que de los once vuelos que pararon en las bases americanas en nuestro país (Morón, Rota, entre otras), nueve de ellos se realizaron durante el Gobierno de Zapatero. Zapatero el pacífico. Zapatero, el del talante. Zapatero, el de la alianza de las civilizaciones. Decía el castizo: "Dónde irás, buey, que no ares". El mismo Moratinos compareció en el Congreso para aclarar: "En ningún caso se ha tenido constancia de algún vuelo militar de naturaleza ilegal o que contraviniera las disposiciones vigentes en materia de Derechos Humanos o los Convenios Internacionales suscritos por España". El Partido a cuyo servicio está el Gobierno (Griñán parece que lee a este articulista y él mismo asegura que la política se la deja al Partido mientras la Junta se dedica a la gstión) ha tenido que arriar la bandera de Irak.
 
Ningún ciudadano del mundo puede quedar fuera de la protección de la ley y tampoco gobierno alguno puede situarse por encima de la ley. La defensa de los derechos humanos es consustancial a las democracias. Sin embargo, en la miopía con que a veces tratamos los temas, consideramos a Guantánamo como el cénit de la injusticia y el pisoteo del derecho internacional. Mas hay derechos que se pisan de la misma forma y no nos enteramos. O no nos queremos enterar. Por ejemplo, cuando se limita la libertad en algunos puntos de España, o cuando se cercena el derecho a la igualdad, o cuando se atenta contra la libertad de expresión, o cuando se abusa de la fuerza para quitar vidas, o cuando se tortura, o cuando se discrimina. Esos guantánamos están en nuestro país y pocos los denuncian. No seamos más papistas que el Papa. Por más que se empeñe Zapatero, Aznar no decretó la participación española en la Guerra de Sucesión. ¿O sí?
 Un saludo.

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