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Francisco Velasco. Abogado e historiador

DE PIRÓMANOS NERONES Y CALÍGULAS BOMBEROS

 El historiador Suetonio relata el deseo de Nerón de llamar al mes de abril "Neroniano" y que tenía en mente cambiar el nombre de Roma por el de "Nerópolis". En lo que la historiografía no se pone de acuerdo es en determinar si el incendio de la ciudad fue por él provocado. Dejémoslo ahí. Lo cierto es que la Historia ha puesto a este emperador, al igual que a su hermano Calígula, en el epicentro de la inicial ruina del Imperio. ¡Quién se atrevería hoy a discutir, habiendo visto a Peter Ustinov interpretando a Nerón, la cordura de aquel funesto emperador! ¡Quién puede rebatir el excepcional papel de Calígula que encarnó el genial Malcolm Mc Dowell! Las películas se ruedan sobre historias y no al revés. La confusión entre historias y filmes es una muestra palpable de alucinación andante.
 Las crisis de gobierno no son más que variaciones dialécticas de los gobiernos en crisis. Sin embargo, la crisis de gobierno es la película que se vende al pueblo para ocultar la crisis -de desarrollo- de un Gobierno desvencijado, roto, caduco, vetusto, apagado, sucumbido, moribundo,..., que, como a Incitatus, el caballo de Calígula, algunos medios de comunicación le construyen un pesebre de marfil. Pero de la misma manera que Calígula quiso nombrar cónsul a su "Impetuoso" (no confundir con el Imperioso de Gil y Gil), Zapatero nos ha querido vender un Gobierno capaz de dar un impulso a la crisis, sin especificarnos hacia dónde se orienta ese impulso: si hacia delante, para huir con el botín del tesoro público; si hacia atrás, para enrocar su posición entre los guardias pretorianos del Partido al que sirve; si hacia arriba, para despeñarse por el propio peso de su insustancialidad espiritual; o si hacia abajo, a fin de sepultarse con su ajuar faraónico antes de testar a sus causahabientes.
 Por ejemplo, el cambio de Magdalena Álvarez, inspectora de Hacienda, por José Blanco, al que no se le conoce más oficio que el turbio (por su peculiaridad funcional) de vicetodo del PSOE, nos señala la intención del Sr. Rodríguez Zapatero de que a él los títulos universitarios se la traen al pairo, que lo que mola a todos -y él es un sofista de primera magnitud- es la capacidad de expresarse por más que se digan sandeces terroríficas. Y José Blanco siempre destacó por su capacidad dialéctica hacia el insulto, la provocación y la descalificación de sus adversarios políticos. Si toda la tarea del nuevo ministro de Fomento se va a reducir al "cantamañaneo", al sermón envenenador hacia sus contendientes, la orientación en este campo será la de impulsar hacia arriba, pues el batacazo de la insulsez será de época. Cuando alguien escupe al cielo, ensalivado su rostro queda. Magdalena voluntad ponía, lo que pasa es que la señora, aparte de incompetente, no sabía explicarse. Blanco, saber, lo que se dice saber, más que "Briján", aprendiz de todo y maestro de nada, pero explicarse, como Cicerón.
 El relevo del Sr. Molina por la señora González Sinde preocupa, por un lado, más, en cuanto Zapatero ha nombrado Ministra a uno de sus cineacadémicos de "cabeceja" y la ha colocado en un palacio áureo imposible de soñar para esta criatura que, en su ilusión fílmica, puede pensar que ser culta es lo mismo que haber dirigido dos películas o codearse con "intelectuales" de la talla de Sabina, Ana Belén, Almodóvar y otros de su butre. Mas, por otro lado, preocupa menos en tanto el presupuesto de Cultura ya estaba en poder, en gran medida, de la SGAE (Sociedad General de Autores de España) dada la defensa que el Presidente ha hecho de sus "cómicos" de la lengua y de la legua. González Sinde, a rodar. Los internautas, a reclamar sus descargas. Apuesten por qué parte se decantará la novel ministra. Que no, a la calle, como su predecesor.
 Y termino con el ínclito, ilustre, esclarecido e, incluso inefable en el sentido más etimológico del término, Chaves, ex presidente de la Ajunta de Andalucía y máximo representante del caudillismo partitocrático, o sea, del oligarca que pone, sin pudor, el  GOBIERNO AL SERVICIO DE SU PSOE. Su cercanía ideológica, idiosincrática y funcional a Magdalena resume todo su virtuosismo político, con la única diferencia de que d. Manuel (que no Lopera) es mucho más dócil, obediente y servil a sus jefes que la recién destituida Álvarez. ¿Y cuál cree usted que va a ser su principal objetivo como vicepresidente tercero? Muy sencillo, hacer lo que convenga a su partido, expresarse en su jerga habitual que se atasca en la modernización de la nada, generar disfunciones territoriales más graves que las que padecemos actualmente, y seguir a pie juntilla la voz de su amo. Pero, ¿quién es su amo? Unos creen que es Zapatero; yo creo que es el topo útil de Felipe. Sólo me consuela que Andalucía se libera de tan pesado lastre, muy singularmente si se lleva consigo a su visir, el mágico Gaspar Zarrías. ¿Nos caerá esa breva? Pronto saldremos de dudas.
 Un saludo.

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