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Francisco Velasco. Abogado e historiador

EN BOCA CERRADA

 

 No entran buitres. En este caso, dada la apertura de la cavidad bucal, no vale lo de moscas. Son poca cosa. Eso de la propiedad de los silencios y de la esclavitud de las palabras suele ser, en general, signo de prudencia pero al tiempo manifestación de cobardía. Lo ideal es hablar cuando se debe y callar cuando procede.

 

Jesús Ferrera, todavía secretario de (des)organización del Psoe de Huelva, no se ha labrado los ascensos dentro del partido siguiendo esta máxima universal. El hombre se ha proclamado campeón en su especialidad de descontrol y de mal manejo de su formación política, merced a sus indudables cualidades para lanzar mensajes esperpénticos que dañan el oído de los ciudadanos más sensibles a las explosiones imprevistas. Decir, como recoge la prensa, que la Junta realiza un trabajo incesante para combatir el paro, son ganas de fastidiar al personal, de pinchar las ruedas de la verdad y considerarnos a todos los andaluces reos de lesa estupidez.

 

 Son ganas de mentir a conciencia de que la mentira es insoportable. Por otra parte, en su papel de caja de resonancia de las hazañas de Susana Díaz, -en Román paladino, de pelotillero oficial de la presidente-, el señor Ferrera refiere no sé qué lamentables estulticias acerca del programa de inclusión social, de ayuda a la contratación y otras extraordinarias medidas inútiles que convoca este inepto gobierno andaluz.

 

Pero hombre, Ferrera, preocúpese de que nuestra Comunidad deje de besar el polvo de la Autonomía con más desempleo de España, con mayor índice de corrupción institucional, con mayor desamparo social y, después, cuando se haga con fundamentos, diríjase a la ciudadanía y cuéntele los avances reales y no las fantasías indecentes que nos traslada.

 

Deje de hacer promesas que va a incumplir sí y también. Abdique de las mamarrachadas al uso, sobre todo en esta época de proliferación de  monosabios y de mamporreros del poder.  Por una vez, actúe con sensatez. Cierre la boca. Porfa. O hable como es debido a ciudadanos libres.

 

Un saludo.

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